domingo, 22 de mayo de 2011

MAGOS Y POETAS

                      MAGOS Y POETAS

Sí, ya sé que no hay tiempo: el trabajo, los trámites, las deudas pendientes, las corridas, esas cosas por hacer que habitualmente conspiran contra nuestra salud mental. Todos quisiéramos tener un rato más para dedicarlo a los que nos hacen bien: alguien se dedicará al jardín, otros al deporte, están los que salen a caminar, los que pintan, escriben o hacen música, o un poco de cada cosa, no sé. Lo importante es tener un rato todos los días para hacer lo que nos apasiona.
También sé que a los que nos gusta la música hay mucho, pero mucho, por escuchar. Ahora vengo yo dispuesto a mostrarles y recomendarles un disco (¡otro más!) de un artista que vale la pena conocer. Les aseguro que tiene que ver con esto de la paz mental, les tomará menos de una hora para recorrer “Magos y poetas” (2009), un bello disco de Enrique Cacho Aiello, músico cordobés que supo ser ladero de Piero por un tiempo, amén de desempeñar la tarea de productor, compositor y músico de sesión de otros artistas cordobeses.

Antecedentes
Cacho Aiello integró varias bandas de adolescente: Universo, M.Mouse y ZigZag. En ellas encontró un gran socio: el bajista Sergio Aranda, con quién compuso canciones con toques funk y jazz. Promediando los 80’s formó Ramíres, agrupación que contaba con Aranda en teclados y dos músicos cordobeses que lo acompañan hasta nuestros días: el bajista Gustavo Nazar y el baterista Hugo Ordanini. Lanzaron “Ramíres” (1991) y luego “Girando al revés” (1994), grabado en Los Ángeles, con la participación de Pedro Aznar y músicos del lugar: Abraham Laboriell en bajo, Dean Parks y Michael Thompson en guitarras, Vinnie Colaiuta en batería. Continuó desempeñándose como músico y arreglador de figuras como Manuel Wirtz, Julia Zenko, Valeria Linch y Piero, mientras desarrollaba la labor de productor.
En plan solista tiene dos discos que le anteceden. Debutó con “Mondo paparazzi” (1999), en el que mostraba su influencia pop y beatlescas (escuchar ‘No me despiertes’ y ‘Gisel en el jardín’, con genes de Páez y los de Liverpool).
Muestra un importante crecimiento con  “El show de la evolución” (2004), álbum que comienza con ‘Revolver’, gran tema que al decir del autor tiene cierta relación conceptual con ‘Abre’ de Páez. Hay ironía y humor fino en ‘El show de la evolución’ y ‘Equivocasong’; introspección en ‘Botellas’; y un tributo a los Beatles en ‘Beatle George’: “La hice después del fallecimiento de Harrison – cuenta Aiello - Él fue el beatle que nunca le gustó el éxito y aunque era un genio fue opacado por los dos monstruos de John y Paul. Terminó siendo jardinero, por eso ideé como un jardín luminoso en el cielo. Pasó que mi estudio no necesita de aislamiento sonoro, ya que es un barrio demasiado tranquilo y silencioso. Cuando estaba grabando el tema siento en los auriculares al fondo un coro de pájaros y se me ocurrió captarlos, porque después de todo había que recrear un jardín.” En “El show de la evolución” Aiello también le canta a los inmigrantes en ‘Paradisoamericano’, con Piero; y a los sueños y utopías en ‘Carnaval (Hoy tengo un sueño)’ en torno a la frase de Martin Luther King: “I Have A Dream”.

Magos y poetas
Llegamos al disco que les quiero recomendar. Aquí Aiello le abre la puerta al tango y al folklore, músicas que no le son ajenas. En su Villa María natal creció escuchando Almendra y Los Beatles, bajo la mirada de su padre, un puntano cantante de tangos y boleros que había armado una orquesta en Córdoba (el folklore aparecería después, de la mano de las endiabladas texturas armónicas del Cuchi Leguizamón).
Y ya desde el inicio, con ‘Zamba amanecida’, de su autoría, Cacho Aiello  nos revela su sensible pluma al son de una zamba en tiempo de chacarera. Pero es en ‘Litoral’ donde explica su intención y reconoce que el paisaje de Penny Lanne se le mezcla con el de Atahualpa Yupanqui: “Yo no soy del litoral, no crecí bailando chacareras / ni en el valle bagualeao ni a los cerros les conté mis penas / y el cantor decía de los barcos (de mi voz), magos y poetas somos los argentinos / yo no soy del litoral pero tengo algo que contarte…”. (Es cautivante escuchar el final del tema a ritmo de chacarera con los acordes de una canción de los Beatles)
“Es imposible pensarme sin ellos –dice acerca de su influencia - Tengo el retrato de Lennon en el estudio y, ante la mínima duda, lo consulto. Es un concepto estético que me parece, al día de hoy, insuperable.”
La elección de ‘Viejo corazón’, de Polo Jiménez tiene su explicación no sólo por la belleza insondable de este bailecito, sino también porque Jiménez creció en Córdoba desde los dos años; pasa algo similar con ‘Doña Ubenza’, de Chacho Echenique, integrante del mítico Dúo Salteño y discípulo del Cuchi Leguizamón, héroe del compositor cordobés.
En cuanto al tango, Aiello aborda en formato de balada a ‘Como dos extraños’, mítica composición de Laurenz y Contursi escrita en 1940 (que todavía posee una certera vigencia), además de interpretar ‘Nieblas del Riachuelo’, de Cobián y Cadícamo y ‘Soledad’, el tango-canción de Gardel y Le Pera. “Me enamoré de esta canción a través de una versión que le escuché a Horacio Molina, que es un puente inevitable para los que venimos del rock, igual que el Chango Farías Gómez – dice Enrique acerca de ‘Soledad’ - Tuve la suerte de laburar en algunas grabaciones con él, y es increíble las armonías que toca. Y ése viene bien del folklore, ¿eh? No es que está transportando acordes del jazz al folklore, algo que no quería hacer: no me va tocar ‘Zamba del Laurel’ como un standard de jazz.”
En ‘Cuando yo me transforme’, el bello tema con música de Juan Carlos Ingaramo y letra de Litto Nebbia, Aiello encuentra la manera de homenajear a Ingaramo, otro gran músico y productor cordobés que inició su viaje musical con Los Músicos del Centro.
En cuanto a las composiciones propias, aparte de la ya citada ‘Litoral’, es diga de mención ‘Amor ausente’, con su resignada melancolía: “Aún siento tu caminar, veo tu sombra en las paredes, siento tu voz tan lejana, siento tu amor ausente / Aún siento tu caminar, veo tu sombra en las paredes, siento tu voz tan lejana, siento tu amor ausente…” Esta canción ha sido versionada por Facundo Toro y Abel Pintos en una lograda mixtura de zamba y baguala; Aiello en cambio prefirió para su tema algo más sutil, casi etéreo, para evocar ese amor ausente que a esta altura no sabe si existió o fue simplemente un sueño.
‘Casa iluminada’ cierra el álbum con una introspección evocativa: “Ay mi casa iluminada donde batallan duro la mente y el alma… y todo se detiene alrededor / Que buscamos hoy amor, que buscamos más que volver a casa…”
“Magos y poetas” es un tributo a grandes compositores que fue mutando y madurando a lo largo de tres años. Ente dudas y elucubraciones, el disco pasó por varios estados, pero finalmente recaló en un cristalino manantial donde Enrique Cacho Aiello refleja lo mejor de la música y la poesía de nuestra Argentina con una contundente combinación: técnica, afinación  y corazón.

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